martes, 16 de septiembre de 2008

Pink Floyd está de luto.






En el 2006, Syd Barret, uno de los fundadores de Pink Floyd falleció a los 60 años, tenía cáncer en el páncreas. Ayer 15 de Septiembre, cuando todos nos preparábamos para "dar el grito", escuché en la radio que Richard Wright acababa de morir. Tal vez mucha gente (exceptuando a los fans) no ubique con precisión al tecladista de Pink Floyd, pero al igual que Syd, Roger Waters y el baterista Nick Mason, Richard Wright fue uno de los fundadores de esta banda legendaria y en parte responsable del sonido psicodélico y etéreo que caracterizaba a Pink Floyd.
Desde joven fue un músico culto, aprendiendo a tocar el trombón, saxofón, guitarra y piano desde adolescente, teniendo como principales influencias a jazzistas de la talla de John Coltrane y Miles Davies. Después de estudiar arquitectura un tiempo, se dedicó a perfeccionar sus cualidades musicales en el Royal College of Music en Londres. Es difícil decir cuál fue su pieza más representativa en Pink Floyd, ya que tiene excelentes composiciones como Sysyphus en el disco Ummagumma y Paintbox en el disco Relics, pero desde mi punto de vista, The Great Gig in the Sky en el disco The Dark Side of the Moon, es la obra maestra de Richard Wright. Toda la influencia emocional de los acordes del piano de Richard Wright son reflejados en las notas de Clare Torry mientras improvisa con su voz en esta rola. Las instrucciones de Richard fueron únicamente que cantara mientras se imaginaba algo horrible al escuchar la música. Eso realmente no sé cómo podía ser posible porque la parte instrumental en The Great Gig in the Sky es magnífica, pero Clare Torry lo hizo excelente tras la primera toma. Fue un momento de éxtasis en la cabina de grabación para Clare, quien tras salir de ella pidió disculpas por tan explosiva e improvisada forma de cantar, sin embargo Richard Wright no le permitió tal gesto por lo satisfecho que quedó con la parte vocal. Esta pieza a la mitad del Dark Side of the Moon es, desde mi punto de vista, uno de los pilares de este disco y de toda la producción de Pink Floyd.

De lo último que podemos mencionar de la vida musical de Richard Wright fue su reunión con Pink Floyd para tocar 4 rolas del Live 8 en Londres en el 2005, cumpliendo el sueño de muchos fans que nunca habiamos visto a los 4 miembros originales de Pink Floyd tocando juntos después de 24 años de haberse separado. En el 2006 hizo una colaboración con David Gilmour en su disco On an Island y realizó una gira mundial con él. La última presentación en vivo de Richard Wright fue en el 2007 en el concierto con David Gilmour en el Royal Albert Hall en Londres, donde hace una de las mejores interpretaciones de su rola Echoes que yo le haya visto a Pink Floyd.

Con la muerte de Richard Wright también se va la esperanza de que Pink Floyd volviera a grabar algo juntos, rumor que se corrió fuertemente después de su reunión en el 2005. Sin embargo, el legado de Richard Wright queda para ser escuchado una y otra vez, para sentir las vibraciones de los acordes de su piano, las atmósferas de sus acordes, la limpieza de sus improvisaciones. Queda su aporte incomparable al rock progresivo y que esperemos escuchar cuando también nos toque alcanzarlo en su viaje eterno. Como dicen los fans, esperemos verlo en su "great gig in the sky" (su gran tocada en el cielo).