lunes, 8 de diciembre de 2008

Mi fantansma de John Lennon








Mi fantasma de John Lennon.
Hoy 8 de diciembre se cumplen 28 años de que John Winston Ono Lennon murió. Seguramente millones de personas recordamos esta fecha y para otros millones significa un punto de inflexión de la historia de la música moderna. Al menos yo me pregunto ¿cómo sonarían las canciones que John Lennon nunca escribió? Tal vez la pregunta suene ilógica, pero al menos yo desde que soy seguidor de su música y letras siempre me he quedado con esa interrogante. Su último disco fue Double Fantasy, que aunque para mí no es su mejor disco, si tiene algunas de sus mejores canciones. De hecho fue el disco que le autografió a su asesino (como se ve en una de las fotografías) unas horas antes de que le vaciara las 5 balas de su revólver calibre .38 sobre el cuerpo. John no murió de inmediato, sino durante su traslado al hospital donde fue imposible salvarlo y fue declarado muerto a las 10:45 pm. Causa de la muerte: shock por hemorragias masivas.
Pero siempre queda el ¿qué tal si…? ¿Qué tal si Lennon no hubiera muerto esa noche? ¿Cómo serían sus canciones? ¿Cuántas canciones más habría escrito? Mil preguntas más. Al menos una cosa para mi es segura. Me atrevo a decir que las canciones serían buenas. La trayectoria de compositor que llevaba Lennon avala esta suposición. Sus letras seguirían girando alrededor de la libertad, la justicia, el amor, la autogestión mental. Tal vez más experimental, tal vez más loco. Era poco probable que colaborara con alguien más para componer, excepto con Yoko, pero qué tal si lo hubiera hecho con su hijo Sean, que por cierto ha mostrado cualidades musicales excepcionales; su último disco “Friendly Fire” es algo de lo mejor que he escuchado recientemente. ¿Y qué tal colaborar con otro ex-beatle? Casi imposible, aunque una colaboración con George Harrison para mí hubiera sido oro molido.
Yo creo que mucha gente tiene suposiciones y preguntas como estas. Igual seguidores más estudiosos del estilo e ideología de Lennon podrían dar más detalles sobre todo esto. Al menos yo me quedo con la idea de que John Lennon fue un músico revolucionario, que poco le importaba la opinión de la gente sobre su música. Le importaba que le gustara a él y eso es parte de la autogestión que él practicaba.
La verdad es que no hay mucho que decir al respecto. Los seguidores nos hemos quebrado la cabeza desde hace 28 años pensado en las miles de posibilidades que nunca serán. Las páginas del libro de la música fueron arrancadas a balazos y jamás sabremos qué hubiera pasado si Mark Chapman no hubiera volado a Nueva York para matar a John Lennon. Yo me quedo con el luto, el duelo que en mi representa la muerte de uno de los músicos que más influencia han tenido en mi. Sus letras, sus melodías, sus intenciones. Así que hoy visto de negro, con la mente abierta a las posibilidades, a jugar con un Lennon vivo y compositor.

People say I’m crazy
Doing what I’m doing
Well they give all kind of warnings
To save me from ruin…
Watching the wheels
(J. Lennon)

jueves, 4 de diciembre de 2008

Pozos Blues en Guanajuato, 2008.





El blues en Mineral de Pozos, Guanajuato.

Mineral de Pozos es un viejo pueblo minero, añejo, casi fantasma, atractivo para el turismo mochilero de nacionales y extranjeros que buscan un lugar con pasado resonante. En el 2007 los compas de La Rambla nos invitaron a tocar, junto con los Amigos del Blues de Aguascalientes, en el Festival de Blues de Mineral de Pozos, el Pozos Blues. Fue un festival pequeño pero con todo el sentimiento blusero, hecho posible gracias a la organización de los músicos de La Rambla y a la cooperación de la gente del pueblo que se portó a todo dar. Y en realidad fue un evento memorable… aún recuerdo la buena vibra que llenó el ambiente durante el toquín y entonces pensamos que sería genial volver a tocar en ese sitio en algún otro momento.


El segundo festival, Pozos Blues 2008: el toquín.

En un foro conocido como EL Antiguo Abasto, el Pozos Blues fue inaugurado cerca de las 17:30 hrs. con la participación de Corazón Endiosado, un grupo de música prehispánica del mismísimo pueblo de Mineral de Pozos. Tocaron piezas que llenaron de buenas vibras el foro que se presta bastante para toquines al aire libre con sabor de blues. Sus instrumentos prehispánicos trajeron ese aire de misticismo al lugar del blues, como haciendo una ofrenda para que los antiguos dioses se sintieran horados con el festival que estaba por comenzar.

Entonces comenzó el blues cuando Solaris Blue subió al escenario, totalmente gustosos de tocar porque algo en ese sitio nos hacía sentir como en casa, como en una reunión con los cuates, en el viejo suelo donde los cantos se escuchaban al ritmo de las palas y picos mineros hace siglos. Se escucharon piezas originales y uno que otro clásico del blues interpretado con todo el sentimiento blusero. Una tabla de lavar se dejó escuchar, instrumentos prehispánicos sonando otra vez en sinergia con las notas de blues. La armónica aullaba de nuevo en Mineral de Pozos. La gente recibía animosa la propuesta blusera de Solaris. Muchos más seguían llegando para escuchar, algunos por primera vez, la música de blues. Durante el concierto el rey sol se detuvo unos minutos antes de meterse para escuchar un poco de blues y entonces se encendieron los reflectores para acompañar el "encore". Otra vez Pozos nos regaló parte de su pasado y de su magia... que sea el blues el que cante.

Luego llegarían al escenario los vales de El Callejón Blues Band, una banda queretana que toca bluses adornados con toques de jazz, reggae y otros ritmos suaves. Los miembros de la banda mostraron cualidades muy interesantes, sobre todo cuando de fusionar ritmos se trataba. Sus piezas originales sonaban más que bien, pulidas, pensadas para saborear los detalles en la partitura, esos que son como el condimento de la música. Síncopas, distorsiones duras tocadas con sutileza, la armónica saturada y potente... dando sabor queretano al blues.

Más tarde llegarían los Amigos del Blues, los camaradas provenientes de Aguascalientes y que nos tienen acostumbrados a su actuación llena de energía y buenas rolas. La banda nos dio una sesión de aquel blues rockeado, con potentes gritos de blues, con bluses sutiles, que ya entrados en calor con unos tequilas nos hacían sentir las vibraciones viajando en el aire de Pozos.
Mientras tanto la gente consumía lo que el pueblo había llevado al festival... comida mexicana a la Pozos, el pozole, sopes, tamales; para el frío, ponche con o sin piquete, atoles, café, y para el calor la infaltable cerveza.

Después vendría La Rambla a hacer retumbar aquel suelo minero con sus potentes rolas. Traen un sonido más amarrado que de costumbre, con arreglos a sus rolas clásicas que renuevan su sentido blusero. El slide se dejó sonar y luego el beat marcado de un boogie y otros ritmos que la Rambla hace volar en la atmósfera de Pozos. Se escucharon algunos coros de la gente y la obscuridad era rota por danzantes de fuego que entre canciones alumbraban al público azorado de blues. Un sombrero vaquero en el escenario marcaba las notas del bajo que se confundía con el latir del corazón de Pozos… el blues en el polvo se levantaba.

La noche no podía completarse sin la participación de una de las bandas legendarias del blues mexicano. Era el turno de Follaje, que trajo el rock y el soul con sabor a blues, así como rolas clásicas y originales para matizar su estrene en el Pozos Blues Fest. Después de un rato de follajear, poco a poco se fue armando el palomazo y entonces el blues nació de la mezcla de estilos entre varios invitados al escenario. La fiesta poco a poco iba llegando a su fin. Cerca de la medianoche en Pozos se cerró una noche llena de blues del bueno, de blues mexicano, blues con olor a tierra de minas, con olor a historia, a magia.

Mineral de Pozos tiene ese toque azul que nos llama a los bluseros, nos seduce, nos invita a tocar. Es este tal vez el sabor más añejo que puede uno saborear mientras se toca un blues… y no hay blusero que se resista a él.

martes, 16 de septiembre de 2008

Pink Floyd está de luto.






En el 2006, Syd Barret, uno de los fundadores de Pink Floyd falleció a los 60 años, tenía cáncer en el páncreas. Ayer 15 de Septiembre, cuando todos nos preparábamos para "dar el grito", escuché en la radio que Richard Wright acababa de morir. Tal vez mucha gente (exceptuando a los fans) no ubique con precisión al tecladista de Pink Floyd, pero al igual que Syd, Roger Waters y el baterista Nick Mason, Richard Wright fue uno de los fundadores de esta banda legendaria y en parte responsable del sonido psicodélico y etéreo que caracterizaba a Pink Floyd.
Desde joven fue un músico culto, aprendiendo a tocar el trombón, saxofón, guitarra y piano desde adolescente, teniendo como principales influencias a jazzistas de la talla de John Coltrane y Miles Davies. Después de estudiar arquitectura un tiempo, se dedicó a perfeccionar sus cualidades musicales en el Royal College of Music en Londres. Es difícil decir cuál fue su pieza más representativa en Pink Floyd, ya que tiene excelentes composiciones como Sysyphus en el disco Ummagumma y Paintbox en el disco Relics, pero desde mi punto de vista, The Great Gig in the Sky en el disco The Dark Side of the Moon, es la obra maestra de Richard Wright. Toda la influencia emocional de los acordes del piano de Richard Wright son reflejados en las notas de Clare Torry mientras improvisa con su voz en esta rola. Las instrucciones de Richard fueron únicamente que cantara mientras se imaginaba algo horrible al escuchar la música. Eso realmente no sé cómo podía ser posible porque la parte instrumental en The Great Gig in the Sky es magnífica, pero Clare Torry lo hizo excelente tras la primera toma. Fue un momento de éxtasis en la cabina de grabación para Clare, quien tras salir de ella pidió disculpas por tan explosiva e improvisada forma de cantar, sin embargo Richard Wright no le permitió tal gesto por lo satisfecho que quedó con la parte vocal. Esta pieza a la mitad del Dark Side of the Moon es, desde mi punto de vista, uno de los pilares de este disco y de toda la producción de Pink Floyd.

De lo último que podemos mencionar de la vida musical de Richard Wright fue su reunión con Pink Floyd para tocar 4 rolas del Live 8 en Londres en el 2005, cumpliendo el sueño de muchos fans que nunca habiamos visto a los 4 miembros originales de Pink Floyd tocando juntos después de 24 años de haberse separado. En el 2006 hizo una colaboración con David Gilmour en su disco On an Island y realizó una gira mundial con él. La última presentación en vivo de Richard Wright fue en el 2007 en el concierto con David Gilmour en el Royal Albert Hall en Londres, donde hace una de las mejores interpretaciones de su rola Echoes que yo le haya visto a Pink Floyd.

Con la muerte de Richard Wright también se va la esperanza de que Pink Floyd volviera a grabar algo juntos, rumor que se corrió fuertemente después de su reunión en el 2005. Sin embargo, el legado de Richard Wright queda para ser escuchado una y otra vez, para sentir las vibraciones de los acordes de su piano, las atmósferas de sus acordes, la limpieza de sus improvisaciones. Queda su aporte incomparable al rock progresivo y que esperemos escuchar cuando también nos toque alcanzarlo en su viaje eterno. Como dicen los fans, esperemos verlo en su "great gig in the sky" (su gran tocada en el cielo).